Estamos en el mes de julio y nos encontramos en lo mejor de la temporada del tomate. Un producto que encontramos todo el año pero que raramente tiene todo el sabor y las cualidades organolépticas que se le atribuyen.
En los restaurantes de Cáceres podemos encontrar en estas fechas multitud de elaboraciones que se basan en esta fruta: pisto, gazpacho, entomatá, sopa de tomate, …
¿Y en casa? Nada mejor para la cena de una noche de verano que una ensalada de tomate. Una receta fácil que cada uno de nosotros elabora de manera distinta, aunque para sacarle el máximo partido tenemos algunos trucos que queremos compartir.
A continuación, os pasamos una receta de ensalada de tomate perfecta para disfrutar al máximo de esta temporada intensa y corta. ¡No dudes en probarla y en “tunearla” y haznos llegar tu foto!
Ensalada de Tomate
Ingredientes para 4 personas:
- 2 kg de tomate
- 1 cebolleta que esté dulce
- 1 ajo
- 1 pizca de orégano
- 100 ml de Aceite de oliva virgen extra
- 20 ml de vinagre blanco de crianza
- 1 pizca de sal fina
- 1 pizca de sal gorda
- Un poquito de pimienta recién molida
- Hojas de albahaca
Lo primero es elegir el tomate perfecto para esta elaboración. Recomendamos un tomate carnoso y con poca pulpa. Un tomate redondo de ensalada, un tomate huevo de toro, corazón de buey e incluso un tomate rosa. No recomendamos los tomates destinados tradicionalmente a gazpachos y cremas frías, tipo pera o rama.
Normalmente, estos tomates suelen tener una piel dura y tersa, que muchas veces impiden disfrutar al 100% del producto en crudo. Nosotros los pelamos con un pelador de tomates, que podéis encontrar en cualquier ferretería o comercio de menaje de cocina. En Cáceres, compramos este pelador en LaLuna, tienda de menaje que los restaurantes de Cáceres visitamos con asiduidad.
Otra manera de pelar el tomate sería escaldarlo, aunque no lo recomendamos para esta elaboración puesto que ese proceso inicia el cocinado de la parte más exterior del tomate y cambia completamente su sabor, textura y aroma.
Una vez pelado, cortaremos el tomate en trozos gruesos y lo pondremos en un bol junto con la cebolleta cortada en una juliana muy fina. En ese bol, salaremos el tomate y la cebolleta y moveremos bien con una cuchara, hasta que la sal esté bien repartida. Tapamos con papel film y llevamos a la nevera media hora.
Ese reposo de media hora es fundamental por algo muy concreto: comienza el proceso de osmosis. En este proceso, la sal facilitará la extracción del jugo del tomate que quedará en el fondo del bol.
Pasado este tiempo, el jugo o “agua de tomate” la pasaremos a otro bol y montaremos una vinagreta, añadiéndole vinagre y orégano. Con ayuda de un batidor, emulsionaremos esta vinagreta con el aceite de oliva que incorporaremos a hilo. Con un rallador, dejamos caer un poquito de ajo en la vinagreta al gusto.
Finalmente, aliñaremos el tomate con la vinagreta, añadiremos un poquito de sal gorda, pimienta recién molida y terminaremos con unas hojas de albahaca.
PD: Para disfrutar al 100%, saca el tomate de la nevera 10 minutos antes de consumirlo para que no esté excesivamente frío.
¡Y esta es (nuestra) ensalada de tomate perfecta!